El trabajo en altura es uno de los accidentes laborales más comunes dentro de la industrias, ocupando el tercer lugar a nivel latinoamérica solo después de desprendimiento de rocas o superficies e impacto de vehículos. En Chile según SUSESO durante el 2021 de los accidentes comunes en las industrias, las caídas de altura representaron un 17% del total ocupando el tercer lugar. En Perú según el Ministerio de Trabajo las caídas de alturas ocuparon el segundo lugar durante los últimos meses del 2021 con un total de 62 accidentes siendo el 12% del total. En el caso de Colombia según datos del Instituto de Medicina Legal, durante el periodo del 2013 al 2017 fallecieron aproximadamente 3000 personas realizando trabajos en altura, siendo la minería uno de los sectores que tuvo más casos presentados. En Estados Unidos representa la novena causa más común de accidentes mientras que en España ocupa el cuarto lugar. Lo que demuestra que existen diversas brechas que afectan el correcto desempeño de estas labores y la importancia de poder detectarlas para buscar una solución pronta y eficaz.
¿A qué se debe este problema?
Son muchos los factores que afectan esta labor, en su mayoría ligadas al compromiso de las empresas y los operadores al realizarlas. Entre los problemas principales encontramos el mal uso y la falta de los elementos de protección, operadores con una capacitación ineficiente que no logra hacerlo consciente del verdadero riesgo de esta labor, malas condiciones de trabajo, la falta de presión de los gobiernos sobre las empresas, entre otros.
Si nos centramos en la capacitación un reto a tener en cuenta es que la pandemia ocasionada por el COVID-19 generó que muchos procesos se digitalizaran, incluyendo el aprendizaje y las capacitaciones, por lo que cientos de personas se titulan y gradúan en sus diversas profesiones de manera online durante los últimos 3 años. Las capacitaciones de trabajo en altura no se excluyen de este proceso, por lo que cientos de miles de operadores de trabajos en altura se gradúan en sus cursos sin llevar siquiera una instancia de capacitación práctica que involucra realizar los procedimientos repetidas veces hasta perfeccionar los contenidos teóricos trabajados en clase.
Otro reto es la falta de aplicación de metodologías que involucren a los operadores y los hagan partícipes de su capacitación, los métodos tradicionales están bastante marcados por una educación direccional en la cuál el operador es un sujeto pasivo que recibe los contenidos, lo que no motiva a su participación o a desarrollar actitudes de compromiso en relación a los temas de seguridad. En la actualidad existen metodologías ligadas a conceptos de gamificación en la cuál se deja de ver la capacitación como una obligación sino como una decisión de efectivamente comprometerse con el proceso de aprendizaje, encontrar la motivación en este proceso mediante estrategias lúdicas.
¿Cómo las herramientas virtuales ayudan a resolver estos problemas?
Son muchas las herramientas virtuales que existen para convertir el proceso de capacitación para trabajo en altura en una experiencia memorable para el operador. Todos ellos orientados a resolver distintas brechas que existe en la capacitación, como lo pueden ser la falta de plataformas de contenido, falta de instancias prácticas, falta de motivación de los operadores, costos asociados a alquiler de espacios o equipos, entre otros. Tal vez la herramienta más conocida sean los laboratorios virtuales, a los cuáles los operadores podrán acceder a los contenidos desde múltiples plataformas, también podrán subir sus trabajos o proyectos y ser evaluados.
Otra alternativa que viene ganando fama por su accesibilidad son los Simuladores Web, esta opción es perfecta para capacitar en tareas de riesgo, pues permite a los operadores reforzar los conocimientos teórico prácticos mediante simulaciones de casos relacionados a determinadas áreas de trabajo, en el cuál los operadores también serán evaluados, logrando realizar tareas la cantidad de veces que sea necesario para lograr un conocimiento efectivo.
Como última herramienta hablaremos de la Realidad Virtual y cómo esta tecnología está revolucionando los procesos de capacitación mediante contenidos altamente inmersivos en el cuál los operadores deberán involucrar sus emociones, reacciones y concentración con el fin de ir avanzando las instancias de aprendizaje, práctica y evaluación. Los simuladores en realidad virtual no solo están siendo una herramienta que potencia la efectividad de la capacitación sino que también está apuntando a resolver los principales problemas de la capacitación como los costos asociados a accidentes durante los procesos, costos asociados alquiler de espacios y maquinarias, tiempos de capacitación y por otro lado aporta ventajas ligadas a la transformación digital en las empresas.
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