Sabemos que los riesgos en las industrias pesadas son altísimos y que particularmente en la minería es un factor crítico que determina el éxito a largo plazo de las operaciones. Si nos apoyamos en datos concretos según un estudio de Osinergmin, solo en la región durante la última década se registraron 473 accidentes mortales, teniendo entre las principales causas las siguientes:
Siendo las principales víctimas los operadores de maquinaria para extracción, perforación, y los conductores de vehículos en su mayoría novatos que poseen de 0 a 1 año (223 casos) y de 1 a 2 años (79 casos) de experiencia de trabajo en la faena, lo que es un síntoma de un problema base en la industria minera como lo es la inducción de nuevos trabajadores, la alta tasa de rotación en los puestos operativos y la falta de una capacitación efectiva que los prepare para enfrentar estas situaciones.
Según el estudio la principal causa de estos accidentes son en su mayoría errores humanos ligados al desconocimiento del protocolo a la perfección, una mala ejecución del mismo o falta de experiencias prácticas antes de operar por cuenta propia en la faena. Aunque en la última década ha crecido exponencialmente la preocupación por temas de salud ocupacional y seguridad, además, las tecnologías aplicadas en relación a esta materia son más abundantes y accesibles, sigue habiendo una brecha que no se ha podido subsanar.
Solo en el 2021 en Perú según el Ministerio de Energía y Minas, se reportaron 63 accidentes fatales y en los meses que van del 2022 se han reportado 9 accidentes fatales. Surge la necesidad de buscar alternativas que reduzcan esa brecha, generando operadores más capacitados, monitoreo de sus actividades, el cumplimiento de los protocolos y que acelere el proceso de inducción de los trabajadores para evitar que su falta de experiencia en campo genere pérdidas lamentables en los primeros meses de trabajo.
¿Cuál es el rol de las empresas tecnológicas proveedoras de la minería?
Con los años podemos encontrar cómo las tecnologías de extracción, desde sus componentes más tangibles como las maquinarias y hasta sus componentes no tangibles como el manejo de data y los software, han mejorado considerablemente las rentabilidad de las operaciones dando saltos sin precedentes.
Pero cuando hablamos en temas de seguridad la cuestión no parece tan acelerada como debiera según el ritmo de los cambios y necesidades. La mayoría de tecnologías apuntan a mejorar la productividad en mina mientras que solo unas pocas están orientadas hacia la seguridad y salud del operador lo que demuestra una tendencia que prioriza otros activos de la industria, cuando debería tomar en cuenta uno de los activos más importantes como el trabajador y evitar las fatalidades.
Si utilizáramos nuevamente datos concretos, según el estudio “Implicancias técnicas y económicas de los accidentes mortales en la minería…”, un accidente mortal podría costarle a una minera un aproximado de 196,102.84 USD, ni hablar del daño a todas las demás personas afectadas física y psicológicamente, problemas legales, etc. Las pérdidas pueden llevar a clausurar proyectos y faenas, tener consecuencias graves para la reputación de una empresa y la confianza del público de la región en la industria.
Pero no todo es tan gris como parece, la cultura de seguridad en la minería también está logrando crear soluciones y métodos que de verdad atacan la raíz de estos problemas. Las tecnologías dedicadas a la prevención han evolucionado rápidamente en la región y en la actualidad se encuentran disponibles alrededor de 3 funciones claves que ayudan a lograr estos objetivos.
La automatización: Las tecnologías de automatización abarcan cada vez más áreas. En la actualidad podemos encontrar diversidad de sistemas automatizados, que en materia de prevención van desde sistemas contra incendios automáticos, con bombas de extinción y sin uso de agua. Las extractoras automáticas y los camiones de extracción autónomos son la nueva tendencia en la gran minería, lo que es una forma de humanizar la minería, dándole mayor seguridad a los operadores, transformando sus puestos en en faena por puestos desde oficinas donde supervisan o controlan los equipos.
Trabajo Remoto: La automatización y el trabajo remoto van de la mano en la minería, el surgimiento de equipos autónomos está precisando que muchos puestos de trabajo en faena se trasladen a cubículos en oficinas desde donde los operadores conducen los equipos, los monitorean o realizan acciones específicas, como lo es en el caso de los drones con los cuáles se realizan ejercicios de voladura, inspección, trabajos confinados salvaguardando así la vida de los operadores evitando la exposición a ese tipo de riesgos.
Prácticas Pre-Operacionales: La importancia de la capacitación pre operacional y la inducción en mina son claves para el futuro de los operadores novatos que llegan a faena, aquí ellos desarrollan sus primeros conceptos del trabajo en mina e incorporan la cultura de prevención y seguridad. Para estos procesos son diversas las tecnologías que pueden aplicarse siendo las más resaltantes, los contenidos audiovisuales, las simulaciones en realidad virtual, simulaciones web, los gemelos digitales y los tours virtuales. Logrando una educación a distancia teórico práctica, capacitación contínua en faena y acortar las brechas operacionales en la industria minera.
Cómo vemos las tecnologías de prevención y seguridad en minería son cada vez más abundantes y accesibles, así como se empieza a conocer su eficacia y ventajas las diferentes áreas de operación minera, obtén más información en nuestro artículo 5 ventajas de usar Realidad Virtual y Realidad Aumentada en la industria minera.
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